domingo, abril 22, 2007

un libro y una rosa

El día de Sant Jordi es una fiesta que reviste una belleza singular. Es un día con aroma de rosa y de libro, con frescor primaveral y sabor de buena lectura. Por Sant Jordi se regalan dos cosas, tal vez las mejores que podemos regalar a los seres amados.

Regalamos rosas, que son signo de la vida y de la alegría. La primavera en su esplendor nos recuerda que la vida sigue, que tras el invierno la naturaleza estalla y que vivir es un don que recibimos cada nuevo amanecer. Y regalamos libros, esos amigos que siempre nos acompañan, nos distraen y nos enseñan. ¿Qué mejor podemos regalar? Una flor, símbolo del gozo vital, y un libro, compañero y maestro de nuestra consciencia.

Decía Confucio, el sabio chino, que para ser feliz tan sólo pedía dos cosas: una casa llena de libros y un jardín lleno de flores. ¡Cuánta sabiduría encierra este deseo! Es un deseo de alegría, de disfrute; y, por otro lado, es un deseo de sabiduría y de serenidad.

Pero aún podemos regalar algo mejor. Estos dos símbolos de la fiesta de Sant Jordi nos pueden impulsar a ser generosos y a regalar lo mejor que tenemos: nosotros mismos. Nuestra alegría, nuestra compañía, nuestra creatividad, nuestro buen humor. Aquello que atesoramos dentro.

En un día como hoy, quizás el mejor regalo es uno mismo.

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